CRISTO DE LA EXPIRACIÓN
"Además de su belleza arquitectónica, la iglesia de Santo Domingo guarda preciosos objetos sagrados, como el Cristo de la Expiración. Cuentan los cronistas, que por el año 1754 se extendió una epidemia de viruela, que sólo pudo ser detenida después de rezarle durante nueve días a esta imagen, por lo cual este Cristo es objeto de especial devoción para los cartageneros. El origen del Cristo de la Expiración también tiene su crónica milagrosa. Según refiere la tradición, los novicios encontraron un trozo de madera a orillas del mar que recogieron con la idea de tallar la imagen de Cristo.
Aprovechando que en aquellos días pernoctaba un desconocido tallador en el convento dominico, resolvieron proponerle la idea. Consultado el tallador peregrino, éste dijo que el madero era muy corto para la obra propuesta. Entonces los padres devolvieron el madero al mar.
Días después los religiosos volvieron a la playa y encontraron el mismo madero, pero ahora éste medía lo suficiente para tallar la imagen. El artesano accedió a realizar la obra, pero pidió que no se le interrumpiera y que la comida se la dieran a través de una ventana de la habitación, donde se encerró durante varios días. Luego de un par de semanas los religiosos dejaron de escuchar al artesano tallando. Preocupados por tan insólito silencio, decidieron entrar en la habitación.
Allí encontraron la imagen de Cristo al momento de expirar, pero ni rastro del artesano. Esto dio lugar a la leyenda de que se trató de un ángel enviado por Dios para hacer la venerada imagen cristiana. Dicha imagen fue conservada durante años en un altar estilo barroco, que data de 1807, y es obra del artista cartagenero Hermenegildo José de Ayala."
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