CONVENTO DE LA POPA
"El convento, el claustro y la capilla de Nuestra Señora de la Candelaria de la Popa están localizados en la cima del cerro de la Popa, en Cartagena.
El complejo religioso data de 1607, cuando se levantó la primitiva capilla de madera y palma de la Popa, gracias a las prédicas del fraile agustino descalzo Fray Vicente Mallol.
Un año después fue construido el convento, llamado inicialmente de Santa Cruz y, después, se le dio el nombre de la Popa, por tener la forma de una galera, cuya popa es la extremidad donde yace actualmente la iglesia.
Un rico napolitano, don Fabricio Sánchez, costeó los gastos, y una vez cumplidos los trámites eclesiásticos y civiles de rigor, fue nombrado como superior del convento de la Popa a Fray Alonso de la Cruz Paredes, de la orden de los Agustinos Recoletos.
La crónica dice que mientras Fray Alonso de la Cruz Paredes en el convento de la Candelaria de Ráquira (una población de la zona andina colombiana), se le apareció la Virgen Santísima ordenándole edificar una iglesia en el cerro más próximo a Cartagena,a fin de devolverle la fe cristiana a esta tierra, en la cual según dice la leyenda, habitaba un espíritu maligno, en forma de chivo, al que los mulatos le rendían culto bajo la dirección del nativo Luis Andrea, quien terminó sus días en un calabozo de la Inquisición.
El fraile cumplió su misión y arrojó desde lo alto del cerro al animal. Desde entonces los cartageneros llaman al precipicio, el Salto del Cabrón, en alusión al chivo.
En el curso de la guerra de Independencia, el convento de la Popa fue teatro de heroicas hazañas, como la protagonizada la noche del 11 de noviembre de 1815, cuando se rechazó el sorpresivo asalto de las tropas sitiadoras del español Pablo Morillo.
Durante la República, los agustinos fueron obligados a abandonar el convento y éste quedó abandonado hasta que fue utilizado como cuartel. En efecto, al entrar las tropas libertadoras a Cartagena, Bolívar se instaló allí con su regimiento. La tradición cuenta que una bala de cañón, disparada desde el castillo de San Felipe, pasó a escasos centímetros de la cabeza del Libertador, que estaba asomado en una ventana del piso alto del convento.
Luego, en 1961 el convento y la ermita fueron devueltos a los agustinos. Actualmente el convento es sede del Museo Religioso, que se puede visitar junto con el formidable claustro.
En el mes de febrero se celebra la fiesta de la Virgen de la Candelaria de La Popa. Desde la madrugada del 2 de febrero, multitudes de devotos realizan una peregrinación a pie a la cima del cerro de la Popa."
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